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jueves, 12 de marzo de 2015

Sangre ¿Qué es?
    “La sangre es un tejido líquido que recorre el organismo transportando células, y todos los elementos necesarios para realizar sus funciones vitales (respirar, formar sustancias, defenderse de agresiones) y todo un conjunto de funciones muy complejas y muy importantes para la vida” (Ross-Pawlina 2007). La palabra interesante aquí es “tejido líquido” cuando uno piensa en la sangre definitivamente piensa en liquido pero no en tejido, un tejido tiende a figurar en la mente como algo sólido y ligeramente o muy elástico. Pero si, la sangre es un tejido y uno muy importante.

    La sangre está formada por plasma (un líquido amarillento) en el que se encuentran suspendidas millones de células que son cerca del 45% del volumen de sangre total. Tiene un olor característico y una densidad que oscila entre 1,056 y 1,066. En un adulto sano el volumen de la sangre es de 4,5 a 6 litros, casi una onceava parte del peso del cuerpo.
“Una gran parte del plasma es agua, cosa que facilita la circulación de muchos factores indispensables que forman la sangre. Un milímetro cúbico de sangre humana contiene unos cinco millones de glóbulos rojos, entre 5.000 y 10.000 glóbulos blancos que reciben el nombre de leucocitos, y entre 200.000 y 300.000 plaquetas. La sangre también transporta muchas sales y sustancias orgánicas disueltas” (George MacDonald 1991).

Funciones de la sangre
  1. Transporte e intercambio de energía.
     Muchas sustancias se transportan disueltas en la sangre y algunas van unidas a proteínas plasmáticas. El oxígeno  y el CO2 circulan ligados mayoritariamente a la hemoglobina. El plasma tiene un papel fundamental en la aportación de nutrientes y oxígeno y en el desecho de las sustancias inútiles utilizando el intercambio de sustancias con él liquido intersticial.
  1. Defensa del Organismo.
     Los eosinofilos dice Macdonald(1991) nos defienden de los parásitos que atacan nuestro cuerpo. Los vascófilos ayudan a nuestra defensa soltando histamina incrementando el flujo sanguíneo en el lugar infectado. los linfocitos atacan a las bacterias utilizando los anticuerpos una variación de proteínas.

Eritrocitos
    También llamados glóbulos rojos, o células rojas de la sangre, tienen forma de discos redondeados, bicóncavos y con un diámetro aproximado de 7,5 micras. En el ser humano y la mayoría de eritrocitos maduros carecen de núcleo. En algunos vertebrados son ovales y con núcleo. La hemoglobina, una proteína de las células rojas de la sangre, es el pigmento sanguíneo especial más importante y su función es el transporte de oxígeno desde los pulmones a las células del organismo, donde capta dióxido de carbono que conduce a los pulmones para ser eliminado hacia el exterior.
Leucocitos
    Las células o glóbulos blancos de la sangre son de dos tipos principales: los granulosos, con núcleo multilobulado, y los no granulosos, que tienen un núcleo redondeado. Los leucocitos granulosos incluyen los neutrófilos, que fatigan y destruyen bacterias; los eosinófilos, que se activan y aumentan en presencia de ciertas infecciones y alergias y los basófilos, que segregan sustancias como la heparina, de propiedades anticoagulantes, y la histamina que estimula el proceso de la inflamación. Los leucocitos no granulosos están formados por linfocitos y un número más reducido de monocitos, asociados con el sistema inmunológico. Los linfocitos los encargados de la producción de anticuerpos y en la inmunidad celular. Los monocitos encargados de digerir sustancias extrañas no bacterianas, durante el transcurso de infecciones crónicas.
Plaquetas
    Las plaquetas de la sangre son cuerpos pequeños, ovoideos, sin núcleo, con un tamaño menor que el de los eritrocitos. Las plaquetas se adhieren a la parte interna de la pared de los vasos sanguíneos en el lugar de la lesión y ocluyen el defecto de la pared vascular. Conforme se destruyen, liberan agentes coagulantes que conducen a la formación local de trombina que ayuda a formar un coágulo, nos ayudan en la cicatrización de una herida.

Plasma
    Fawcett(1995) nos dice que el plasma una sustancia compleja; el componente principal es agua. También contiene proteínas plasmáticas, sustancias inorgánicas (como sodio, cloruro de calcio, carbonato y bicarbonato), azúcares, hormonas, enzimas, lípidos, aminoácidos y productos de degradación como urea y creatinina. Todas estas sustancias en pequeñas cantidades.
Entre las proteínas plasmáticas se encuentran la albúmina, principal responsable del mantenimiento de la presión sanguínea y, por consiguiente, controla su tendencia a difundirse a través de las paredes de los vasos sanguíneos; una docena o más de proteínas, como el fibrinógeno y la protrombina, que participan en la coagulación; aglutininas, que producen las reacciones de aglutinación entre muestras de sangre de tipos distintos y la reacción conocida como anafilaxis, una forma de shock alérgico, y globulinas de varios tipos, incluyendo los anticuerpos, que proporcionan inmunidad frente a enfermedades. Otras proteínas plasmáticas importantes actúan como transportadores hasta los tejidos de nutrientes esenciales.

¿Dónde se produce?
    Los eritrocitos se forman en la médula ósea y tras una vida media de 120 días son eliminados por el bazo. En cuanto a los glóbulos blancos de la sangre, los leucocitos granulosos se forman en la médula ósea; los linfocitos en el timo, en los ganglios linfáticos y en otros tejidos linfáticos. Las plaquetas se producen en la médula ósea. Todos estos componentes de la sangre se consumen cada cierto tiempo y, por tanto, deben ser reemplazados. Los componentes del plasma se forman en varios órganos del cuerpo, incluido el hígado, responsable de la síntesis de albúmina y fibrinógeno, que libera sustancias tan importantes como el sodio, el potasio y el calcio. Las glándulas endocrinas producen las hormonas transportadas en el plasma. Los linfocitos y las células plasmáticas sintetizan ciertas proteínas y otros componentes proceden de la absorción que tiene lugar en el tracto intestinal.

Coagulación
    Una de las propiedades más importantes de la sangre es su capacidad para coagular, cuando se extrae del cuerpo. “Dentro del organismo un coágulo se forma en respuesta a una lesión tisular, como un desgarro muscular, un corte o un traumatismo penetrante”(Wheather’s, Histología Funciona,2000). En los vasos sanguíneos la sangre se encuentra en estado líquido, pero al poco tiempo de ser extraída cambia a un aspecto viscoso y más tarde se convierte en una masa gelatinosa firme. Después esta masa se separa en dos: un coágulo rojo firme que flota libre en un líquido transparente Rosado que se denomina suero.
Un coágulo dice Gartner(1995) está formado casi en su totalidad por eritrocitos encerrados en una red de finas fibrillas constituidos por la fibrina. Esta sustancia no existe como tal en la sangre pero se crea, durante el proceso de la coagulación, por la acción de la trombina, enzima que estimula la conversión de una de las proteínas plasmáticas, el fibrinógeno, en fibrina. La trombina no está presente en la sangre circulante. Ésta se forma a partir de la protrombina, otra proteína plasmática, en un proceso complejo que implica a las plaquetas, ciertas sales de calcio, sustancias producidas por los tejidos lesionados y el contacto con las superficies accidentadas. Si existe alguna falta de estos factores la formación del coágulo es defectuosa. La adición de citrato de sodio elimina los iones de calcio de la sangre y previene la formación de coágulos. La carencia de vitamina K hace imposible el mantenimiento de cantidades adecuadas de protrombina en la sangre. Algunas enfermedades reducen la concentración sanguínea de varias proteínas de la coagulación o de las plaquetas.



          



Mapa mental de la sangre 


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